Según la Organización Internacional del Trabajo, hay más de 300 millones de accidentes laborales y más de 2 millones de muertes al año en todo el mundo, lo cual representa el 4% del PBI anual a nivel global.
¿Cómo es posible que con la tecnología con la que contamos no pueda reducirse este número?, se pregunta Mariano. “Esto ocurre porque no hemos innovado lo suficiente”, se autorresponde. Esta y varias preguntas más dieron origen a su empresa, Drixit Technologies, el primer elemento de protección personal (EPP) digital. Funciona de la siguiente manera: está integrado por un dispositivo que contribuye a que el trabajador y las empresas disfruten de ámbitos de trabajo más seguros. En concreto, la plataforma permite prevenir y mitigar accidentes laborales, protegiendo a las personas y automatizando procesos.
Además, la compañía quedó seleccionada para formar parte del Scaleup Program 2020.
Endeavor: ¿Cómo nació la empresa?
MF: La empresa se crea en el año 2018 cuando los fundadores dejan las compañías donde estaban trabajando en esos momentos (MURAL y Bukeala). La experiencia en Internet de las Cosas de Maximiliano, junto con la de Martín Giachetti en programación de sistemas embebidos de alta performance, sumada a mi visión y a su larga trayectoria en diseño y gestión de productos digitales para empresas Fortune 500, nos juntamos para el diseño e implementación de proyectos para empresas industriales. Unos meses más tarde, se sumó Federico Storni – cofundador de QuadMinds – al equipo. Ya a principios del 2019, y viendo la problemática de empresas en lo referente a seguridad industrial, avanzamos con el producto y su implementación en empresas industriales de primera línea.
E: ¿Hubo algún hito puntual que te inspiró y desencadenó el primer paso?
MF: La historia es bastante loca. Al principio, ¡empezamos como un startup para limpiar vidrios de edificios de manera autónoma!. El sistema de localización del drone no era muy preciso (más de 10 metros de error). Seguimos investigando y no encontramos nada, necesitábamos algo que nos permitiera detectar el drone preciso. Trabajamos más de 6 meses en I+D y cuando lo logramos bajar esa cifra a 10 cms, nos dimos cuenta que lo que habíamos alcanzado era mucho más potente que el drone en sí mismo. Justo habíamos terminado un proyecto de consultoria de automatización con Techint Construcciones y le comentamos lo que habíamos hecho y nos habló de cómo se podía aplicar a la industria pesada. Seguimos un paso más y así empezó Drixit.
E: ¿Podrías explicarnos brevemente tu modelo de negocio?
MF: Diseñamos, fabricamos y vendemos el hardware con un margen mínimo para que la adopción sea más rápida. Cobramos un fee mensual por dispositivo conectado a la plataforma que incluye todas las actualizaciones, mejoras y soporte.
E: ¿En qué países estás presente o das servicios?
MF: Tenemos oficinas en Argentina y Brasil. Actualmente prestamos servicios en Argentina y durante el segundo semestre de 2020 lanzaremos Brasil y Chile.
E: ¿Cómo se están preparando para cumplir esto, teniendo en cuenta todas los desafíos/limitaciones que hay con la pandemia?
MF: A principios de año, antes de que inicie la pandemia, viajamos en reiteradas oportunidades a Brasil y logramos acordar con partners estratégicos, lo cual nos permitirá iniciar en breve el desembarco en el país de nuestra tecnología con personas y empresas que conocen el mercado más a fondo. A esto se suma a la experiencia de Federico Storni, quien inició las operaciones de Quadminds con mucho éxito en aquel país y estuvo viviendo allí dos años. En este momento estamos seleccionado empresas ‘early adopters’ para comenzar un proceso de co-creación en Brasil, de modo de que una vez que pase la pandemia, podamos crecer y expandirnos comercialmente en el vecino país.
Mapa en tiempo real indoor – Drixit Technologies
Motor de reglas configurable – Drixit Technologies
E: ¿Hay otros competidores en la industria que hagan lo mismo que vos? De ser así, ¿qué te diferencia de ellos?
MF: En el mundo existen varias compañías que hoy venden lo que se conoce como “RTLS” (sistema de ubicación en tiempo real). Sin embargo, su adopción es compleja y no tienen la visión enfocada en permitir digitalizar los procesos de las compañías en conjunto con los sistemas que ya utilizan. Nosotros brindamos una solución completa (hardware y plataforma) que integra las propias, las del cliente y externas, con un foco claro en la seguridad industrial y la excelencia operativa.
E: ¿Qué valores tratás de transmitir con tu compañía?
MF: En nuestro trabajo diario tenemos algunas premisas que no nos cansamos de repetir: primero que nada, poner al cliente en el centro, lo cual tiene enormes implicancias, y escucharlo lo más que se pueda. Por otro lado, el ownership: creemos que los mejores resultados vienen tras hacer propio el trabajo de cada uno y dejando más lugar a la creatividad con la satisfacción de haber sido el protagonista del cambio.
Nuestra solución potencia los procesos específicos de cada cliente, por lo tanto fortalece la identidad de cada uno y nos desafía a mejorar continuamente. Por último, creemos en la tecnología que está al servicio. Esto es muy importante ya que nuestra solución no reemplaza al humano, lo potencia para poder trabajar de manera más segura y productiva.
E: ¿Qué desafíos iniciales se te presentaron? ¿Cómo los resolviste?
MF: Emprender siempre trae desafíos, pero emprender un startup que además de su propio software, diseñe y desarrolle su propio hardware es aún mucho más complejo. Uno de los grandes desafíos que tuvimos fue armar una cadena de suministros confiable y escalable. Para resolver esto fue clave incorporar como “advisors” e inversores a personas que trabajan en el mundo de IoT (Internet de las Cosas), que cuentan con gran experiencia y entendieron nuestra visión. Nos facilitaron mucho el aprendizaje, la cadena logística y los fabricantes necesarios para poder transformar a Drixit de una idea a un producto.
Dispositivo Drixit Tracker
E: ¿Qué desafíos tenés actualmente?
MF: Hoy uno de nuestros principales desafíos, como toda empresa centrada en sus usuarios, es seguir construyendo nuestro producto en co-creación con nuestros clientes más importantes. Armamos un equipo increíble que nos permite crecer día a día nuestro dispositivo y plataforma, pero a su vez trabajando desde el lado de negocio para escalar nuestras operaciones fuera de Argentina de manera de posicionarnos como una compañía mundial. Uno de nuestros objetivos es abrir nuestras oficinas en Estados Unidos el año próximo.
E: ¿Cómo estás sobrellevando el contexto actual? ¿Qué medidas ya aplicaste en tu empresa?
MF: Al ser una empresa de tecnología con una cultura de flexibilidad y posibilidad de trabajar remotos, podemos seguir trabajando casi normalmente. Dado que la situación en China está normalizada, nuestra cadena de abastecimiento se encuentra ya operando nuevamente. Entendemos que el contexto para ciertas industrias que no son enteramente digitales puede ser complejo y por eso estamos ayudando a algunas con nuestra tecnología de precisión para garantizar el distanciamiento social en la operación y que puedan volver a trabajar luego del período de cuarentena de una manera segura e inteligente, respetando lo que exigen las autoridades.
E: ¿Cómo te organizas para trabajar? ¿Cómo es un día habitual en tu vida?
Tenemos un equipo muy complementario: algunos del equipo son personas nocturnas y otras diurnas, así como también tenemos personas que aman ir a la oficina y otras que no van nunca. Creo que la clave está en el balance del equipo y por ahora viene saliendo muy bien. El día a día depende de lo que tengamos agendada esa semana, intento dividir mi tiempo entre reuniones comerciales, estratégicas y con advisors/inversores/partners por un lado, y a la vez coordinar tiempo con el equipo de producto, para alinear la visión de la compañía y los problemas que resolvemos con nuestra solución.
E: ¿Y fuera de la oficina?
MF: Soy un gran consumidor de documentales, sobre todo aquellos que cuentan sobre empresas, personas o bien acerca del comportamiento humano. Pueden contar historias o lograr explicar un tema en tiempos acotados, para poder luego seguir aprendiendo del tema si me interesa.
E: ¿Un vicio/obsesión que tengas para trabajar?
MF: Parafraseando a uno de los mejores: nuestra única obsesión son nuestros clientes y los problemas que les resolvemos. Si lo que construimos no resuelve un problema, estamos perdiendo todos el tiempo.
E: ¿Cómo formaste tu equipo de trabajo?
MF: Desde el inicio de la empresa fuimos contratando amigos muy talentosos que trabajaron con nosotros en otros momentos, por lo cual, antes que nada, Drixit empezó como empresa de amigos con un objetivo claro, y no por eso menos exigente. A medida que fuimos creciendo el equipo (hoy ya somos 17), se fueron sumando nuevas personas que integramos también al equipo de la misma forma que lo hacemos con nuestros amigos: hacemos asados todos los jueves, actividades extra oficina y muchas otras más. Para nosotros, el equipo es la pieza más importante de Drixit, y así tratamos de reflejarlo en todo lo que hacemos.
E: ¿Llevás adelante iniciativas con la comunidad emprendedora? ¿Cómo le devolvés al ecosistema?
MF: Varias personas del equipo estamos muy involucrados dentro de la comunidad emprendedora argentina. No solo participamos de actividades que se organizan, sino que también ayudamos a cualquier persona que quiera comenzar a emprender con contactos y experiencia. Creemos en lo más profundo de nuestro ser que emprender es un modo de vida por más de que te vaya bien o mal, y en ese camino que hacés en cada emprendimiento lo más importante son las marcas que dejás en los que te rodean.
E: ¿Pensás que emprender fue un antes y un después en tu vida? ¿Por qué?
MF: Absolutamente. Emprender hace que uses el 100% de tu capacidad las 24 horas, los 365 días del año. Es una sensación que no se puede describir con palabras y que hace que uno se sienta siempre motivado y con ganas de devorarse el mundo. No todos los días son perfectos, pero al final del día no hay nada más gratificante que trabajar en equipo, con el equipo que armamos y que confía tanto como nosotros en nuestra visión, buscando resolver un problema claro a nuestros clientes.
E: ¿Cómo te ves de acá a 5 años? ¿Cuál es tu sueño?
MF: Nos vemos con oficinas en varios países del mundo, pero con el mismo espíritu innovador y dinámico con el cual fundamos la empresa. Tenemos un sueño, que es ser la solución operativa más robusta del mercado industrial a nivel global, y no me cabe duda que con el equipo y la tecnología que estamos construyendo, más que un sueño, será un hito.
E: ¿Cuál fue el consejo más importante que te dieron y que aplicás al trabajo?
MF: Sin dudas que fue el concepto de equipo. Tenemos varios principios sobre esto que forman parte de la naturaleza de la empresa y va a seguir así por el tiempo que la empresa exista. El primero es traer a los mejores, que para nosotros significa simplemente que sepan superar los desafíos que les planteamos y que sean increíblemente curiosos. El segundo es construir los equipos con personas que nos asombren, o sea, no buscamos gente que sea experimentada en algo porque eso es un tema de pasar tiempo haciendo una tarea, sino que haya hecho algo asombroso y que se pueda extrapolar a lo que buscamos. El tercero es evitar a los “aplaudidores seriales”, ya que el disenso es la fuente más rica de puntos de vista en una empresa que recién nace, es clave para tomar decisiones más acertadas.
E: ¿3 lecciones que aprendiste de haber emprendido en tu industria?
MF: La primera lección es ser paciente.: En el mundo del B2B, los procesos son largos porque muchas veces las decisiones de las empresas son tomadas en varios niveles. Es importante entender cómo es el proceso de decisión y cuál es el “dolor” más grande que tienen a nivel empresa, para asegurarte que lo estás atacando.
La segunda lección es no tomar nada como evidente porque muchas veces no lo es para el cliente: las empresas grandes tienen una manera de trabajar que tiene muchos años y tenemos que acompañarlos en mostrarles que hay algo nuevo o distinto y puede ayudarlos mucho. Pero para poder lograr esto, hay que entender sus procesos y empatizar con su situación. Todo cambio trae resistencia e innovar en grandes empresas es más complejo al principio, pero apenas ven el valor, son los primeros early adopters. La clave está en lograr ese momento ‘Wow’ de manera bien temprana.
La tercera es que hay que ponerse el casco, las botas y el chaleco refractario y caminar las plantas industriales: en la oficina podemos tener ideas geniales que no aguantan la realidad ni 5 minutos. Esta última es una lección no solamente para entornos industriales, aplica a cualquier startup, pero siento que en la industria pesada es aún más evidente porque es muy distinto al entorno que estamos acostumbrados a trabajar.
E: ¿Qué consejo le darías a futuros emprendedores que no se animan a empezar?
MF: Emprender es como tirarte de un trampolín de 50 metros: si llegás a la cima y lo pensás, no lo vas a hacer nunca. Una vez que estás decidido, pensar siempre en tu usuario meta, el problema a resolver y si el cliente está dispuesto a pagar por eso. Sin eso, no tenés startup.
E: ¿Y a los que ya tienen un negocio en marcha?
MF: Tener clientes que hoy te paguen, no implica que tenés todo resuelto. Nunca dejar de validar, detectar oportunidades y co-crear con tus clientes. En el mundo actual, y en particular en la industria de tecnología, la empresa que deja de innovar, se funde.
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