El objetivo es alentar a los fotógrafos a reducir la velocidad, disfrutar de su oficio y establecer conexiones duraderas con el mundo que los rodea, y por supuesto, acercarse al mundo natural el primer plano.
Este año recibieron unas 6.500 fotografías de 52 países, pero solo una se ha llevado el primer premio.
Se trata de la imagen de una larva de anguila realizada por la fotógrafa francesa y profesora de ecología molecular marina Galice Hoarau en la isla de Lembeh (Indonesia) en una práctica de buceo.
Esta fotografía recibió el premio de CUPOTY que está valorado en 2.500 dólares.
Para conocer a otros ganadores del resto de categoría, se puede ver la galería de imágenes con algunos de los ganadores.
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